En las ciudades, zocos y proveedores del campo de al-Andalus, ofertaban una gama de productos muy variada que podían comprarse frescos o cocinados, como ocurría con la harira (sopa con muchas especias aún presente en el Magrab). Algunas de estas sopas de origen andalusí han perdurado en Argelia, Marruecos y Túnez con diferentes nombres: harira, chorba… Çorba significa sopa en Turquía. La palabra se ha internacionalizado en las diferentes gastronomías y países del antiguo Imperio otomano y del Magreb.

Receta emparentada con la chorba de paloma y nueces, manjar de lujo que se remonta al periodo de los Glaoui de Marrakech. Esta receta de pavo es más popular, ya que normalmente los marroquíes utilizan fideos cabello de ángel para dar cuerpo a la sopa, pero en la de paloma y nueces, para satisfacer los deseos del pachá, se realizaba con harina de nuez. La carne de pavo también resulta más asquible y fácil de trabajar que la de paloma.

Receta:

Pelamos los diente de ajo y los cortamos finamente en láminas.

Pelamos, limpiamos y cortamos las cebollas en cuadraditos.

Lavamos el apio y lo cortamos en pequeños trozos.

Lavamos y cortamos los tomates en trozo pequeños también.

En una olla honda, sofreímos el pavo. Lo retiramos y reservamos.

En la misma olla, añadimos un poco de aceite y doramos los ajos a fuego lento para que aromaticen el aceite. Añadimos la cebolla, un poco de sal, el apio, ras el-hanut, el pimentón rojo y enseguida el tomate para que no se queme el pimentón. Sofreímos.

Devolvemos el pavo a la olla con el sofrito, le damos unas vueltas para que se impregnen los sabores, añadimos agua y sal. Tapamos. Dejamos cocinar 90 minutos.

Colamos el caldo, añadimos los fideos y desmenuzamos la carne del pavo.

Servimos por separado o junto, según gustos. Buen provecho.