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CREMA ANDALUSÍ DE CALABAZA ALMIZCLERA

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Ingredientes:
Para 4 personas.
– 1 calabaza almizclera de un kg. aproximadamente. Necesitaremos 500 gr. de calabaza después de limpia, pelada y troceada.
– 2 zanahorias grandes o tres medianas.
– 1 cebolla grande o dos pequeñas.
– 1 patata mediana.
– Medio litro de leche de almendras.
– Aceite de oliva virgen extra.
– Pimienta blanca.
– 2 dientes de ajo.
– Comino.
– Nuez moscada.
– Sal.
– Medio vaso de agua.

Para decorar:
– Almendras, o hierba aromática a elegir según gusto: Hierbabuena, o romero, o tomillo…

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Las almendras son unas de las grandes estrellas de la gastronomía andalusí, y la leche de almendras se utiliza en este plato, de características veganas, carente de productos lácteos.
La calabaza fue introducida por los árabes en la Península Ibérica, de hecho, las calabazas era  una de las verduras más utilizadas en Al-Andalus y protagonista indiscutible en platos como el anradí, o compañera indispensable en otros como la alboronía.
El sabio cordobés Averroes (1126-1198), en sus tratados médicos habla de las grandes propiedades de las calabazas andalusíes. Y es que, las calabazas son una verdura dulce con muchas propiedades saludables, además de ser ricas en minerales y ácidos grasos omega 3, las semillas de la calabaza son un remedio muy eficaz para combatir los parásitos intestinales.
Al ser una hortaliza de invierno, la calabaza almizclera tiene la ventaja de que nos permite preparar este plato en época de frío que es la más adecuada, además, la calabaza almizclera se destaca por su sabor dulce y almendrado.
Es una receta sabrosa, saludable, fácil y adecuada para veganos ya que no utilizamos productos lácteos. Lo que pude llevarnos un poco más tiempo es trocear y preparar la calabaza pero  teniendo en cuenta lo sabrosa que es, vale la pena el esfuerzo.
Elegiremos una calabaza con un color beige sólido, sin cortes profundos o hematomas. Un poco de rascado superficial es normal. Seleccionamos una calabaza que parezca pesada para su tamaño. Evitaremos la calabaza con manchas marrones o pinchazos, que pueden introducir bacterias y moho. La calabaza se mantendrá en una parte fría y oscura de la cocina durante varias semanas; no necesita refrigeración.

Cómo pelar y cortar la calabaza almizclera:

Necesitaremos un cuchillo grueso y pesado para realizar la tarea, y un pelador dentado. Es importante trabajar con un cuchillo bien afilado, ya que la calabaza es muy firme y lisa. Un cuchillo sin filo podría resbalarse y cortarnos. Así pues, afilaremos nuestro cuchillo si es necesario. Para asegurarnos una cocción uniforme, cortaremos la calabaza en trozos de tamaños iguales. Cuanto más pequeños sean los trozos más rápida será la cocción.

Rebanamos el tallo y los extremos inferiores de la calabaza, de modo que ambos extremos queden planos.

Cortamos la calabaza por la mitad, justo en el centro, donde el extremo más delgado comienza a ensancharse.

Giramos cada mitad para que el extremo plano descanse contra la tabla de cortar. 

Usamos un pelador dentado afilado o un cuchillo de pelar para quitar la piel con movimientos descendentes.

Veremos líneas verdes claras emergiendo por debajo de la piel al pelar. Debemos asegurarnos de quitar todas esas líneas verdes de la calabaza: pueden ser duras y fibrosas. La calabaza no está completamente pelada hasta que todas esas líneas verdes hayan desaparecido y solo quede la carne anaranjada.

Una vez que las dos mitades de la calabaza estén peladas, pelamos la mitad más alargada. 

Sacamos las pepitas con una cuchara de metal. (Podemos reservarlas para hacerlas tostadas, o para decorar la crema de calabaza al servir).

Ahora tenemos tres secciones de calabaza pelada, que podemos cortar en tiras o en dados según sus preferencias.

Recomendamos cortar la calabaza en cubos de 1 pulgada, lo que ayuda a cocinar más rápido y de manera más uniforme.

Receta:

Una vez pelada y troceada la calabaza, hacemos lo propio con el resto de ingredientes, pelamos y troceamos, la patata, las zanahorias y los ajos. Las cebollas las cortamos en juliana.

Ponemos al fuego una cazuela con aceite de oliva virgen extra y cuando este un poco caliente sofreímos las cebolla y los ajos.

Cuando empiecen a coger color tostado le añadimos las verduras (excepto la calabaza) cortadas en trozos y le damos un par de vueltas unos minutos para que se impregne la verdura con el ajo tostado y la cebolla dorada. Más o menos, hasta que empiezan a pocharse.

Cubrimos con un poco de agua y llevamos a ebullición. Con solo medio vaso será suficiente para que la crema no quede demasiado líquida.

A los 5 minutos añadimos la calabaza, la leche de almendras, la pimienta, la sal y los cominos, mejor si son enteros y los machacamos en ese preciso momento. Tapamos y llevamos a ebullición.

Cuando empiece a hervir, bajamos el fuego y dejamos cocer a fuego lento hasta que la calabaza esté blanda, aproximadamente entre unos 20 minutos o una media hora.

Pasado este tiempo, apagamos el fuego, destapamos la olla y dejamos reposar un poco.

Con ayuda de una batidora trituramos la mezcla. Rectificamos la sal y agregamos nuez moscada recién rallada. .

Al servir podemos decorar con almendras picadas, perejil y nuez moscada, o con la hierba aromática de nuestra preferencia. También podemos añadirle un toque picante decorando con unos trocitos de pebrera roja picante.

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