Dulce tradicional de origen andalusí que todavía se elabora en la zona de Xátiva, La Costera y en las comarcas vecinas como La Vall d’Albaida. Xàtiva es una de las ciudades valencianas en la que la gastronomía tiene su identidad propia y conserva platos de origen andalusí como el arnadí, el arroz con leche, el codiciado, toronjos (Les Taronges de Xàtiva), torró de gat y la que hoy os ocupa, la almoixavena.

Es un postre de pasta quebrada elaborado con aceite, harina, huevos, azúcar y canela. Se trata de una torta dulce en la que la canela toma un papel protagonista.

Posteriormente, la almoixàvena, también denominada monxàvena o monjávena, no podía faltar en hornos y casas particulares de Xàtiva los jueves de Carnaval. Actualmente, se suele disfrutar de este manjar durante todo el año.

Receta:

Ponemos a hervir el agua y el aceite en un cazo. Cuando comienza el hervor volcamos la harina de golpe y añadimos el pellizco de sal.

Removemos rápidamente hasta que la masa se despegue del cazo. Apartamos y esperamos hasta que baje la temperatura.

Mientras, ponemos a calentar el horno a 200º, o 180º si ponemos el turbo.

Mexclamos el azúcar y la canela que utilizaremos más tarde para espolvorear la masa. Reservamos.

Una vez que la masa ya está tibia, vamos añadiendo los huevos, uno a uno, removiendo muy bien, y no ponemos otro huevo hasta que el anterior está totalmente integrado en la masa.

Cuando conseguimos una masa lisa y brillante, ponemos papel de hornear en una bandeja grande de horno.

Vertemos la masa en la bandeja y, con la ayuda de una espátula, repartimos la masa de forma igualada por toda la bandeja, nos debe quedar lo mas fina y plana posible.

Espolvoreamos generosamente con el azúcar y la canela que habiamos mezclado y reservado. Si ponemos bastante azúcar, se forma una especie de almíbar por encima y no necesita ningún tipo de grasa animal.

Horneamos a 200º unos 20-25 minutos, o hasta que se dore. Esta masa, cuando está en el horno se hincha y se deforma (se abolla y arruga), cuando eso sucede y se ha dorado, es el momento de sacarla del horno.

La servimos cortada a trozos. Consumimos el mismo día, recién hecha, es su mejor momento.