Abū Jaʿfar Muḥammad ibn Muḥammad ibn al‐Hasan Naṣīr al‐Dīn al‐Ṭūsī, conocido como Nasir al-Din al-Tusi. El erudito más célebre del siglo XIII del que todavía se están descubriendo maravillas. Fundador de la trigonometría. Sobresaliente filósofo, científico y matemático. El trabajo de geometría, trigonometría, matemáticas y astronomía de Tusi es maravilloso.

Realizó contribuciones en matemáticas, lógica, astronomía, biología, física y química. Hizo grandes aportaciones a la construcción y uso de algunos instrumentos astronómicos. Inventó una técnica geométrica denominada acople Tusi, que ayuda a la solución cinemática del movimiento lineal como suma de dos movimientos circulares.

Tusi tiene alrededor de 165 obras, de las cuales 25 están en persa y las restantes están en árabe, y hay un tratado en persa, árabe y turco. Autor de la primera publicación sobre los principios completos de la trigonometría plana y esférica.

El filósofo, matemático, astrónomo, teólogo y médico Nasir al-Din al-Tusi nació en el seno de una familia de eruditos el 17/18 de febrero de 1201 en Ṭūs, Khorāsān (ahora Irán); falleció el 25/26 de junio de 1274 en Bagdad, Irak. Pertenecía a una familia de eruditos. Según su autobiografía, Contemplación y acción (Sayr wa Saluk), su padre y su tío materno lo alentaron a estudiar las ciencias religiosas islámicas, y las ciencias racionales.

Su padre, un devoto musulmán,​ lo instó a estudiar todas las corrientes del islam, y, distintas ramas de la Ciencia: Matemáticas, Física, Química, entre otras, en busca del conocimiento y la erudicción. Perdió a su padre a una edad temprana, y, cumpliendo el deseo de este, se tomó muy en serio el aprendizaje y la erudición, viajó por todas partes para asistir a las conferencias de renombrados eruditos y adquirir el conocimiento que guía a las personas hacia la felicidad del otro mundo.

Su habilidad y talento en el aprendizaje le permitió a Tusi dominar varias disciplinas en un período relativamente corto. Además de su tío, un alumno del historiador y filósofo de las religiones Al-Shahrastani, tuvo diversos e importanes maestros: Cuando era niño, Tusi estudió matemáticas con Kamal al-Din Muhammad Hasib, un alumno del poeta y filósofo Afdal al-Din Kashani. Va a Nishapur a la edad de diecisiete o dieciocho años, allí, estudió el trabajo filosófico de Avicena, En Nishabur conoció a Farid al-Din ‘Attar, el legendario maestro sufí, asistió a las conferencias de Sigue las conferencias de Qutb al-Din Misri,​ un alumno de Fakhr ad-Din ar-Razi, sobre El canon de medicina; Y de Farid al-Din Damad. Entre 1217 y 1221, viajó a Iraq para estudiar la jurisprudencia de Mu’in al-Din Salim bin Badran al-Mazini. Entre 1223 y 1232, en Mosul, estudió matemáticas con Kamal al-Din ibn Yunus (1156/1252). Más tarde mantuvo correspondencia con Qaysari, el yerno de Ibn al-‘Arabi, y parece que el misticismo, propagado por los maestros sufíes de su tiempo: Los atributos de los ilustres (Awsaf al-ashraf).

A la edad de veintidós años, o poco después, Tusi se unió a la corte de Nasir al-Din Muhtashim, el gobernador ismaili de Quhistan, noreste de Irán, donde fue aceptado en la comunidad como novicio (mustajib). Un signo de la estrecha relación personal con la familia de Muhtashim se puede apreciar en la dedicatoria de varias de sus obras académicas, como Akhlaq-i Nasiri y Akhlaq-i Muhtashimi. Dedicadas al mismo Nasir al-Din y Risala-yi Mu’iniyya y a su hijo Mu’in al-Din.

En Alamut, además de enseñar, editar, dictar y compilar trabajos académicos, Tusi ascendió en las filas de los Ismaili da’wat llegando al puesto de predicador principal (da’i al-du’at). A través de visitas constantes con eruditos y correspondencia incansable, Tusi mantuvo su contacto con el mundo académico fuera de los círculos de Ismaili y fue tratado como «el erudito» (al-muhaqiq) desde un período muy temprano de su vida

En 1253 d. C. los mongoles comenzaron su invasión en Persia y el Cáucaso. En 1258 Hulagu Khan tomó Bagdad y nombró a Tusi uno de sus asesores personales, asesor científico del Estado y ministro de dotaciones religiosas (awqāf ). Toma una esposa mongola y sigue a la corte hasta Maraghe. Hulegu convirtió Azerbaiyán en el centro de su enorme estado que se conocía como la dinastía mongol de Ilhanid (en azerbaiyano, «el pueblo de los Khans»). Maraghe, se convirtió en la primera capital. Fue entonces cuando Tusi, como científico que era, convenció al Khan para construir un observatorio astronómico en Maraghe (Marāghé o Marāgha, persa مراغه azerí مراغه).

«¿Y por qué necesitamos un observatorio?» Le preguntó el Khan a Tusi cuándo propuso un proyecto tan costoso. «¿Es tan importante la ciencia acerca de las estrellas que deberíamos gastar tal cantidad de dinero?». Tusi respondió: «Permítame llevar a cabo un experimento. Hagamos que alguien en secreto suba esta montaña y arroje un gran caldero vacío». Y así lo hicieron. Cuando la caldera cayó, produjo un ruido tan terrible que los soldados del Khan entraron en pánico. Entonces Tusi comentó: «Conocemos la razón por la que hay todo este clamor, es por ello que, si conocemos los secretos de los fenómenos celestiales, estaremos tranquilos en la Tierra».

Este incidente fue registrado por el conocido historiador Haji Halifa en su obra «Un libro sobre el mundo».

La construcción del observatorio astronómico comenzó en 1259. Tusi se hizo responsable de su construcción y administración. La supervisión del proyecto le ocupó durante más de diez años en el establecimiento de una biblioteca. Se sabe que albergaba una biblioteca excepcionalmente grande y una escuela para formar especialistas. Fue una de las instituciones científicas más ambiciosas establecidas hasta ese momento y puede considerarse el primer observatorio a gran escala. Tusi reunió científicos de renombre, un equipo científico formado por eminentes académicos del mundo musulmán, pero también chinos, para participar en la construcción de los instrumentos, en las observaciones astronómicas, y el desarrollo de tablas astronómicas,

El legado científico del observatorio Maragha tuvo repercusiones de China a Europa durante los siglos venideros. Al-Tusi hizo importantes contribuciones a muchas ramas del aprendizaje islámico y, bajo su sabia dirección, Maraghe (Marāghé o Marāgha) provocó un renacimiento de la teología islámica, de las matemáticas, la astronomía y la filosofía.

Tras la muerte de Hulagu Kan, se convirtió en un visir y probablemente el médico personal del hijo de Hulagu, Abaqa Kan. En 1273, viajó a Bagdad donde enfermó y murió en junio de 1274. El epitafio de su sepulcro dice: «El ayudante de la religión y la gente, el Sha del país de la ciencia, nunca ha existido alguien igual».

El conjunto de escritos de Tusi asciende a aproximadamente 165 títulos sobre astronomía, ética, historia, jurisprudencia, lógica, matemáticas, medicina, filosofía, teología, poesía y ciencias populares. Alrededor de 20 de sus obras hacen contribuciones a los campos de las matemáticas y la astronomía. En matemáticas, podíamos destacar como el más importante «Kitab al- Shaki al-qatta» un libro sobre el cuadrilátero, que en el fondo es un tratado de trigonometría en cinco volúmenes. En astronomía, el más famoso es «Las Tablas Astronómicas de Ilhans» en cuatro volúmenes, que es una compilación de la investigación llevada a cabo en el observatorio Maragha. Sus obras y tratados fueron influyentes para las generaciones posteriores, y algunos todavía se utilizaban en el siglo XX. Su libro más popular trató sobre ética, «Ahlagi Nasiri». Por su prolífica obra, la amplia difusión de sus tratados y su influencia, adquirió los títulos honoríficos de khwāja (distinguido erudito y maestro), ustādh al-bashar (maestro de la humanidad) y al-mu’allim al-thālith (el tercer maestro, después de Aristóteles y Al-Fārābī).

Las principales obras de Tusi, ordenadas por especialidades, son las siguientes:

• Astronomía: al-Tadhkira fi ‘ilm al-hay’a ; Zij Ilkhani ; Risala-yi Mu’iniyya y su comentario.
• Ética: Gushayish-nama; Akhlaq-i Muhtashami; Akhlaq-i Nasiri, ‘Deliberation 22′ en Rawda-yi taslim y una traducción persa de al-Adab al-wajiz de Ibn Muqaffa’.
• Filosofía: refutación de al-Shahrastani en Musara’at al-musari’; su comentario sobre el al-Isharat wa’l-tanbihat de Ibn Sina, que le llevó casi 20 años completarlo; su autobiografía Sayr wa suluk; Rawda-yi taslim y Tawalla wa tabarra.
• Historia: Fath-i Bagdad, que aparece como un apéndice de Tarikh-i Jahan-gushay de Juwayni (Londres, 1912-27), vol. 3, págs. 280-92.
• Jurisprudencia: Jawahir al-fara’id.
• Lógica: Asas al-iqtibas.
• Matemáticas: Revisión del Almagesto de Ptolomeo; las epístolas de Theodosius, Hypsicles, Autolucus, Aristarchus, Archimedes, Menelaus, Thabit b. Qurra y Banu Musa.
• Medicina: Ta’liqa bar qunun-i Ibn Sina y sus correspondencias con Qutb al-Din Shirazi y Katiban Qazwini.
• Poesía: Mi’yar al-ash’ar.
• Teología: Aghaz wa anjam; Risala fi al- imama, Talkhis al-muhassaly y Tajrîd-al-̔Aqâ’id.

Debemos mencionar brevemente otros campos en los que contribuyó al-Tusi. Escribió una famosa obra sobre minerales que contiene una interesante teoría del color basada en mezclas de blanco y negro, e incluyó capítulos sobre joyas y perfumes.

Científico. Estableció un dispositivo conocido como el Acople Tusi que constaba de dos círculos, el más pequeño de los cuales era, internamente, tangente al otro que era dos veces más grande. El más pequeño giraba dos veces más rápido que el más grande y en la dirección opuesta. Con este dispositivo, Al-Tūsī demostró que un punto dado en la esfera más pequeña oscilaría a lo largo de una línea recta.

Filósofo. Ṭûsî define filosofía como la ciencia de todas las cosas «tal como son» así como la realización de funciones «tal como uno debe» (ética). ¿Cómo son las cosas? Unas dependen de la voluntad humana, y otras no. La ciencia de las primeras es la filosofía práctica, y la de las segundas, la teórica. En el pensamiento filosófico de Naṣîr ad-Dîn aṭ-Ṭûsî influyen, principalmente Avicena, y en segundo lugar, tanto Miskawayh como Ibn al-Muqaffa̔. Efectivamente, el aviceniano más notable vivió y murió más de dos siglos después que su maestro. Fue el filósofo y científico más importante del siglo XIII: Abû Ja‘far Khwâjah Naṣîr ad-Dîn aṭ-Ṭûsî. Recordemos que la ordenación filosófica de Avicena, se basa en que la ciencia más noble se dedica, al estudio del ser y, concretamente, del Ser supremo que es Dios. Tusi había sido discípulo de Kamâl Ibn Yûnis, el filósofo de Mosul,

La obra Rawḍa-ye taslîm comprende 27 capítulos, taṣawwur, representaciones. Varias fuentes la alimentan, una de ellas es la exégesis coránica, otra son los dichos de los Imames. Pero también la filosofía aviceniana está presente, y desde un comienzo:

«Si alguien afirma que el Creador no existe, le preguntaremos: Las cosas que existen en este mundo, ¿existen por sí mismas o por causa de otra cosa? Si contesta que existen por sí mismas, es como si dijera que ellas son el existente necesario, ya que el significado de existente ‘necesario’ es que existe por sí mismo. Si responde que ellas existen por causa de otra cosa, habrá afirmado el existente necesario, ya que por ‘existente necesario’ se entiende aquel ser por causa del cual las cosas existen»

Ṭûsî afirma claramente que todos los seres, desde la primera inteligencia creada hasta los elementos, son mediadores para el hombre y la conducta del hombre recibe la influencia indiscutible de todos estos seres, pero el mérito del hombre es saber ejercer su libre albedrío, ekhteyâr, a pesar de las dificultades más graves. El sistema de Ṭûsî, incluso si hacemos omisión de su ismaelismo, aboca al ser humano, y la ética surge como la ciencia fundamental. Su tratado concluye con una declaración de la nobleza, dignidad del ser humano. Ṭûsî ataca a quienes consideran que el alma está al servicio de los intereses materiales, es decir, que su capacidad de racionamiento sirve para conseguir y disfrutar de bienes terrenos.

Teólogo. Hoy en día, el Tajrîd-al-̔Aqâ’id de al-Ṭūsī es un tratado muy estimado sobre teología. Hizo importantes contribuciones a muchas ramas del aprendizaje islámico.

Químico. Tusi contribuyó al campo de la química, estableciendo una ley temprana de conservación de la masa.

Astronomía. Al-Ṭūsī elaboró tablas astronómicas, las Tablas iljaníes (Zīj-i Īlkhānī), muy precisas sobre los movimientos planetarios. Este libro contenía posiciones en formato tabular con las posiciones de los planetas y el nombre de las estrellas. El sistema planetario propuesto por él fue el más avanzado de la época y fue usado extensivamente hasta el advenimiento del modelo heliocéntrico en tiempos de Copérnico.

Se considera a Tusi como el científico más eminente en observación astronómica. Promovió la construcción del observatorio astronómico de Maragha y lo dirigió sabiamente; reunió científicos de renombre para participar en la construcción de los instrumentos, en las observaciones y en la elaboración de tablas astronómicas.

El libro más influyente de Al-Ṭūsī en Occidente puede haber sido Tadhkirah fi ʿilm al-hayʿa («Tesoro de la astronomía»), donde, al-Ṭūsī logró reformar los modelos planetarios tolemaicos, produciendo un sistema en el que todas las órbitas se describen mediante un movimiento circular uniforme. La mayoría de los historiadores de la astronomía afirman que los modelos planetarios desarrollados en Marāgheh llegaron a Europa y proporcionaron a Nicolás Copérnico (1473-1543) inspiración para sus modelos astronómicos.

Risala-i bist bab dar ma’rifet-i asturlab: Esta obra de Nasir al-Din al-Tusi en el campo del astrolabio es uno de los libros más utilizados, estudiados y enseñados en las madrasas otomanas. Se titula Risala-i bist bab dar ma’rifet-i asturlab (en persa), es un Tratado en veinte capítulos sobre el conocimiento del astrolabio. Hay cincuenta y dos copias de este libro en las bibliotecas turcas. Erzurumlu Ibrahim Hakki, en su Tartib-i Ulum, recomendó este libro a los estudiantes de la madrasa diciendo:

“Consideren el astrolabio como una de las ciencias aplicadas / Vuelen con Bist Bab para observar el sistema solar”

Acerca de la esencia real de la Vía Láctea, Ṭūsī en su Tadhkira escribe:

«La Vía Láctea, es decir, la galaxia, está formada por un gran número de estrellas pequeñas, muy agrupadas, que, debido a su concentración y pequeñez, parecen ser manchas turbias. Debido a esto, se comparó con el color de la leche».

Tres siglos después, la prueba de la Vía Láctea que consta de muchas estrellas llegó en 1610 cuando Galileo Galilei utilizó un telescopio para estudiar la Vía Láctea y descubrió que en realidad está compuesta por una gran cantidad de estrellas débiles..

Al-Tūsī también influyó en sus sucesores astronómicos y cosmológicos con su discusión sobre el movimiento de la Tierra.

Matemáticas. Una de las contribuciones matemáticas más importantes de al-Tusi fue la creación de la trigonometría como una disciplina matemática por derecho propio y no como una simple herramienta para aplicaciones astronómicas. En Kitab al-Shaki al-qatta, su Tratado sobre el cuadrilátero, que en el fondo es un tratado de trigonometría en cinco volúmenes, al-Tusi dio la primera exposición existente de todo el sistema de trigonometría plana y esférica. Como se indica en SH Nasr, Biography in Dictionary of Scientific Biography  (Nueva York 1970 – 1990):

«Este trabajo es realmente el primero en la historia sobre la trigonometría como una rama independiente de las matemáticas puras y el primero en el que se exponen los seis casos para un triángulo esférico en ángulo recto.»

Este trabajo también contiene la famosa fórmula del seno para triángulos planos:

a / pecado UNA = b / pecado segundo = c / pecado C.

Otra contribución matemática fue el manuscrito de al-Tusi, fechado en 1265, donde determinó los coeficientes de expansión de un binomio a cualquier potencia, dando la fórmula binomial y las relaciones del triángulo de Pascal entre coeficientes binomiales.

Los principales reconocimientos son: Su nombre está eternizado en la denominación de un cráter de 60 km de diámetro en la Luna: el cráter lunar Nasireddin. Un planeta menor 10269 Tusi descubierto por el astrónomo soviético Nikolai Stepanovich Chernykh en 1979 lleva su nombre. La Universidad de Tecnología KN Toosi en Irán y el Observatorio de Shamakhy en la República de Azerbaiyán también llevan su nombre. El Día del Ingeniero tiene diferentes fechas en diferentes países, pero en Irán, este día se hace en honor al gran científico Khajeh Nasir al-Din Tusi  y se celebra el día de su cumpleaños Por su prolífica labor, la amplia difusión de sus obras y su influencia, adquirió los títulos honoríficos de: khwāja (distinguido erudito y maestro), ustādh al-bashar (maestro de la humanidad) y al-mu’allim al-thālith (el tercer maestro, después de Aristóteles y Al-Fārābī)… .