Legado andalusí. Personas hispanomusulmanas intelectuales e ilustres de al-Andalus
Aš-Šafra Al-Qirbilyânî (el crevillentí)/Al-Shafra
Pulse en la imagen para ampliarla
Introducción:
Muḥammad Ibn ‘Alî Ibn Faraŷ Al-Firî Al-Qirbilyānī القربلياني (el crevillentí), más conocido como aš-Šafra o al-Shafra (*01.-) (c.668/1270-761/ 1360), fue un sabio científico y médico-cirujano musulmán andalusí nacido en Qirbilyân (la actual Crevillente), en la segunda mitad del siglo XIII. Su fama y prestigio le llevó a las Cortes de Granada, Fez y Marruecos. Según su contemporáneo Ibn Al-Jatîb fue un reputado farmacólogo y cirujano.
El origen del casco urbano de Crevillente es islámico: Qirbilyân. En las fuentes árabes el topónimo de la zona se identifica como hisn Qirbyliän. Sería un núcleo protegido por una muralla y un castillo o alcazaba que fue derribado en la década de 1920. De los orígenes hispanomusulmanes del Castillo y su Muralla dice uno de los pocos documentos existentes: “la fábrica de dicho Castillo se reconoce manifiestamente que es el tiempo de los Sarracenos en tanto que sus primitivas paredes son de tapia o de terra y mortero”.
Biografía:
Muḥammad Ibn ‘Alî Ibn Faraŷ Al-Firî Al-Qirbilyânî ( القربلياني el crevillentí), más conocido por el sobrenombre de al-Shafra o aš-Šafra (*01.-) (el cuchilla o el bisturí por su profesión de cirujano) nació en Qirbilyân/Crevillente en la segunda mitad del siglo XIII, según Eloísa Llavero Ruiz el 668 del calendario islámico correspondiente al 1270 del calendario cristiano (668/1270). Las noticias más fiables en torno a su persona y educación son las que proceden de la biografía que Ibn al-Jatib le dedica en la Iḥāṭa y de los comentarios que el propio al-Šafra nos ofrece en el K. al-Istiqṣā’.
Nos dice Ibn al-Jaṭīb que era un hombre sencillo y preocupado por el arte de la medicina, a la cual consagró toda su existencia. Hijo del médico herbolario del pueblo, manifestó desde su más temprana edad interés por la botánica y la farmacología, aprendió desde la infancia los secretos de las plantas medicinales, acompañando a su padre a recogerlas en la Sierra de Crevillente, rica en las más variadas hierbas curativas. Estudiándolas profundamente, pronto comenzó a destacar como un experto sanador de toda clase de enfermedades, gracias a sus conocimientos de botánica.
La formación médica de al-Shafra se prolonga a lo largo de toda su vida y adquiere nuevos conocimientos en todos los lugares por donde transita o reside. Se inicia en su tierra natal: «el origen de su formación habría que ponerlo en Šarq al-Andalus donde podemos suponer que desde hace ya cerca de dos siglos hay una escuela farmacológica que si no independiente, sí genera facultativos locales» (Franco Sánchez F. «La escuela médica Šarqï (ss. XI-XIV): sociedad y medicina en el Levante de al-Andalus«).
En Qirbilyân/Crevillente, aprendió de su padre las bases de la curación y tratamiento por medio de las plantas, aunque no se puede asegurar que su padre fuera médico, sí existen datos indirectos de que utilizaba las plantas como medio curativo, y lo que sí sabemos. a ciencia cierta, son los consejos y advertencias que le hace su padre con relación a los sinsabores que produce el arte de reducir fracturas, descrito en el libro de al-Shafra. Por tanto en este primer periodo, su formación estaría en relación con una medicina empírica, basada en la observación de los hechos o fenómenos y en la experiencia.
Al-Shafra sabía mucho de plantas, las cultivaba y recolectaba, además recorría las montañas para catalogarlas, todo ello con fines medicinales y no agrícolas. Esta etapa se desarrolló en su pueblo natal y en los pueblos de los alrededores donde se puso a curar enfermos y también conocería los montes de las cercanías donde obtendría el material para las curas
No satisfecho con esto, su interés por la medicina científica le llevó a viajar todavía joven a Balansiya (la actual Valencia) para formarse en la teoría y la práctica de la medicina, cirugía y tratamiento de lesiones y fracturas. Estudió con el médico Àbd Al.lah Ibn Siräy, con Bernardo de Gordon, y tal vez tuviera conocimientos o influencias del Maestro Arnau de Vilanova y Monpellier (Francia). Estudió en uno de los hospitales públicos de Valencia, donde la forma de trabajar consistía en acudir por las mañanas y por las tardes al hospital, pero sin residir en el.
A requerimientos del ra`is de Qirbilyân regresó a ejercer su oficio de médico en su pueblo que, por aquellos tiempos era una ciudad importante de Sharq al-Andalus. De nuevo en Qirbilyân/Crevillente, su fama era ya notoria tal como se relata en un viaje a la población de Unda (que se corresponde con la actual Onda (Castellón)) en la que acompañaba como médico al Rais de Qirbilyân: en esta población se describe el tratamiento empleado para curar un herida sangrante producida por una espada, en la que emplea unos emplastos y vendajes a base de extractos de plantas medicinales. Su fama fue aumentando, por toda la España musulmana (al-Andalus), siendo solicitados sus servicios médicos por las principales familias de la nobleza y la realeza musulmana, debido a lo cual, y al creciente dominio cristiano, se traslada a Garnata (la actual Granada) al ser solicitados sus cuidados por el Sultán nazarí Nasr.
El historiador, filósofo y político granadino Ibn al-Jatib (1113-1375) realizó una obra histórica en la que describe la ciudad de Garnata/Granada, así, describe que al Shafra sabia muchísimo sobre plantas, las cultivaba y recorriendo las montañas las iba catalogando, pero siempre con fines medicinales y no agrícolas. En esta localidad y comarca son muchas las descripciones de tratamientos médico-quirúrgicos llevados a cabo como el extraer una flecha de la mitad de la frente de un soldado granadino, o bien tratar sabañones y heridas por congelación en personas afectadas por el frío y la nieve de Sierra Nevada en Granada..
En Garnata/Granada llegó a estudiar con maestros árabes, Abd Al.lah Ibn Saray y Muhammad Ibrahim Ibn Saray, así como el estudio de los famosos libros y tratados del cordobés Abulcais y del persa Avicena, que a su vez, transmitieron también los conocimientos de los textos clásicos griegos e hindúes.
Después entró al servicio del sultán Naser, de Qädis (la actual Cádiz), al que curó de una grave enfermedad. Según diversas fuentes, estando a su servicio creó en Wadi As (la actual Guadix) un jardín botánico, sin embargo, Eloísa Llavero Ruíz en «EL JARDIN BOTÁNICO DE GUADIX: ¿REALIDAD O FICCION?«, asegura: «A partir de los datos que poseernos, no podernos llegar a ninguna conclusión definitiva sobre si realmente existió o no un jardín botánico en Guadíx durante la época nazarí...» y desarrolla una interesante teoría basada en un estudio profundo de las fuentes y sus posteriores traducciones.
Mohamed Al Shafra viajó por Bagdad, Damasco y Bizancio y posteriormente, debido al clima de inestabilidad política y militar, a la edad de unos cuarenta o cuarenta y cinco años, tuvo que emprender viaje a Marruecos, país más seguro y de pujanza económica durante aquella época.
Al Shafra describe que cuando emprendía el viaje al Norte de África tuvo una fractura «del hueso de la caña de la pierna muy cerca de la articulación del tobillo«, él mismo la redujo con un turbante, y se apoyaba con la pierna sana y con una muleta y a los cuarenta días se curó. A partir de 1322, se instaló en las ciudades marroquíes de Fez y Marraques, bajo la protección de la dinastía de los Banu Marín.
En Fez se estableció durante unos cuarenta años y aquí continuó practicando la medicina y la cirugía; así describe a una mujer que trató con forúnculos en la cabeza los cuales sajó, o bien el tratamiento del hijo de un amazigh que tenía roto el húmero de su brazo derecho, de tal forma que tuvo que atarlo con tres crines de caballo, las trenzó y le dio unos polvos y un ungüento hasta que el brazo quedó amputado en unos quince días y sin presentar hemorragia. En esta fase de su vida, al-Shafra se dispuso a plasmar sus conocimientos de tantos años en diversos manuscritos y en su famoso tratado «Kitab al Istiqsa» o libro de la indigación y la ratificación sobre el tratamiento de las heridas y tumores.
Con más de 80 años de Edad, famoso y respetado, al-Shafra sintió añoranza por su tierra, por el Qirbilyân/Crevillente en que nació y del que procedían sus antepasados, por lo que regresó a la Península a finales de 1359, deteniéndose en Granada, donde unos meses después, el jueves 6 de febrero de 761/1360 le sorprendió la muerte sin que pudiese llegar a realizar el sueño de volver a ver su añorado pueblo.
De su sapiencia, erudición y conocimientos médicos, nos ha llegado a través de los siglos, hasta nuestros días, el célebre adagio popular que dice: «sap més que’l Shafra«.
Su obra:
Ibn al-Jaṭīb nos dice, únicamente, que escribió un libro sobre plantas, del que no existen más referencias que las de este autor. De su obra se conservan varios manuscritos: tres en la biblioteca de la gran Mezquita de Fez, y uno en la mezquita de Al-Qarawiyyin, que estudió y publicó el investigador y erudito galo H.P.J. Renaud (Un chirurgien musulman du royaume de Grenade: Muhammad As-Shafra, Hesperia, XX, Rabat, 1935, pp. 1-20), otro en la Biblioteca Pública de Rabat; otro en la Biblioteca Real de la capital marroquí; varios ejemplares pertenecen a la sección sociológica de Asuntos Indígenas de Marruecos; otra figura en la colección Nayi Mustafá de Rabat, cuya fotocopia está en el Instituto Hispano-Árabe de Cultura de Madrid, y el último se halla depositado en la Biblioteca del Real Monasterio de El Escorial, con el número 1785.
El doctor Fernando Candela Polo, presidente de la Asociación Cultural Al-Shafra y profesor en el Departamento de Patología y Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alicante, alega que los tratados de cirugía del sabio crevillentino “fueron una de las bases para la fundación de la Escuela de Cirugía Valenciana en 1462” (Revista Moros y Cristianos, Crevillente, septiembre-octubre de 1995, p. 14).
Escribió importantes libros de medicina y cirugía, destacando un tratado sobre los tumores Kitãb al-Istiqsa’ wa-l-ibram fi’ilay al-yirahat wa-l-awrãm (Libro de la indagación y la ratificación sobre el tratamiento de las heridas y tumores) está dividida en tres capítulos: Tratamiento de las inflamaciones y tumores, fracturas de huesos y sus tratamientos y medicamentos para curar las heridas. Puede mencionarse al médico Muhammad al-Shafra por ser el autor de la segunda obra sobre cirugía escrita en Al-Ándalus, ya que desde el siglo X en que Abulcasis redactó la suya, ningún autor había dedicado una monografía al tema.
Francisco Franco Sánchez y María Sol Cabello, coautores de “Muhammad Aš-Šafra, el médico y su época”, editado por el Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Alicante, en 1990, escriben en la página 126: “En comparación con la obra de Abulcasis, Renaud afirma que Muhammad Ash-Shafra describe treinta y seis clases diferentes de tumoraciones, mientras que el cirujano de fines del siglo X definió treinta variedades. Este dato es de extrema importancia y nos habla no sólo de la gran evolución de la medicina islámica en tres siglos, sino de los grandes conocimientos quirúrgicos de Ash-Shafra, puesto que incrementó en un 20% el saber sobre el tema respecto a lo expresado por Abû-l-Qãsim (Abulcasis)”.
Este libro está considerado como uno de los manuales científicos más completos de la Medicina medieval. De hecho en aquella época se realizaron numerosas copias.
Reconocimientos:
En Crevillente: Busto del médico Al-Shafra sujetando su tratado. Calle en su memoria «Carrer Muhammad Al-Shafra». Plaza en su honor «Plaza Mohamed Al Shafra«, en la placa ubicada en el jardín central de la plaza, podemos leer un resumen de su biografía y finaliza con la frase: «¡Gloria y honor a los hijos ilustres de Crevillente!». En Elche: calle Mohamed Al-Shafra.
Hace más de seiscientos años nuestros antepasados le construyeron a Al-Safra un monumento oral en nuestra lengua que ha pervivido más que las propias ruinas de las murallas de piedra y de los castillos árabes y cristianos que edificaron sus contemporáneos «Saps mes que El Safra«. (Les nostres plantes, IECBV, 2007)
Hoy, al cabo de los siglos, la ciencia médica mundial reconoce y aplaude la labor y las enseñanzas de este eminente médico-cirujano. Muhammad al-Shafra al-Qirbiliyäni, ilustre crevillentino musulmán, orgullo y prez de Crevillente.
*01.- Para un único nombre árabe encontramos varias grafías distintas según el tipo de transcripción del alfabeto árabe al español. Así, podemos encontrar al-Shafra, ash-Shafra, al-Šafra y aš-Šafra.
FUENTES:
– Candela Polo, Fernando (etapas de formación médica de al-Shafra) y Martínez Montoya, M (biografía de al-Shafra). AL-SHAFRA. En Muhammad al-Shafra al-Qirbiliäni (el crevillentí). Asociación cultural al-Shafra, Crevillente-Elche 1996.
– Centro cultural islámico de Valencia Muhammad al-Shafra.
– F. H. Elía, Ricardo. Civilización del Islam. MEDICINA. Del libro CIVILIZACION DEL ISLAM; Edición Elhame Shargh. En Artículos de Islamoriente. Fundación Cultural Oriente.
– FRANCO SÁNCHEZ, Francisco. La escuela médica Šarqï (ss. XI-XIV): sociedad y medicina en el Levante de al-Andalus. Alicante: Universidad de Alicante, 2000. BIBLID [0211-9536(2001). DYNAMIS. Acta Hisp. Med. Sci. Hist. Illus. 2001, 21, 27-53.
– FRANCO SÁNCHEZ, Francisco; CABELLO GARCÍA, María Sol. Muḥammad Aš-Šafra: el médico y su época. Alicante: Universidad de Alicante, 1990. ISBN 84-86809-95-9, 170 p.
– García Sánchez, Expiración. Capítulo 16 Ciencia y conocimiento. En: El Reino Nazarí de Granada entre Oriente y Occidente. Páginas: 413–437.
– Ipiens, Carlos. Ibn Al-Jatib: el último gran ulema y médico de Al-Ándalus; El tratado sobre la Peste y La salud en las estaciones del año.(I) euclides59. 2017.
– Llavero Ruiz, Eloísa. LA MEDICINA GRANADINA DEL SIGLO XIV Y MUḤAMMAD AL-ŠAFRA. En Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, ISSN 2253-9263, Nº. 6, 1992, págs. 129-150.
– Llavero Ruiz, Eloísa. Las verrugas, sus síntomas y tratamiento según el Kitab al-istiqsa de Muhammad al-Safra. En Boletín de la Asociación Española de Orientalistas, ISSN 0571-3692, Año 25, 1989, págs. 265-271.
– Llavero Ruiz, Eloísa. EL JARDIN BOTANICO DE GUADIX: ¿REALIDAD O FICCION?. En REALIDADES GRANADINAS ENTRE LA CIENCIA LA VIDA, en REVISTA DEL INSTITUTO EGIPCIO DE ESTUDIOS ISLÁMICOS EN MADRID, Las ciudades del Andalus: GRANADA, VOLUMEN ESPECIAL 1996. Primer Aniversario del maestro don Emilio García Gómez, VOLUMEN XXVIII. Madrid 1996.
– Medrano Heredia, Justo. La aportación de la última figura de la cirugía en el “Sharq Al Andalus”: Al Safra‘. DISCURSO SESIÓN INAUGURAL DEL CURSO 2008 DE LA REAL ACADEMIA DE MEDICINA Y CIENCIAS AFINES DE LA COMUNIDAD VALENCIANA. 2016. Online.
– Ramos Folqués, Alejandro (1987), Historia de Elche, ed. Picher, Elche, pág. 671.
– Samsó, Julio. Ciencia musulmana en España. En Cuadernos de historia 16 144. 1985.
– Samsó, Julio. LA CIENCIA EN AL-ÁNDALUS Y SU PAPEL COMO PUENTE ENTRE LA CIENCIA ÁRABE Y LA EUROPEA. La conferencia que pronunció en Córdoba el 20 de septiembre de 2017, en el marco del congreso titulado «Ciencia en al-Ándalus».
– Ximo G. Rico. Castillo y Murallas de Crevillente (Alicante) CA-024. En Guía de los Castillos, Torres y Fortificaciones de Alicantes. Asociación «Amigos del Castillo de Elda». Elda 2013.
Pulse en la imagen para ampliarla
Busto de al-Shafra en Crevillente, provincia de Alicante, Comunidad Valenciana.
Pulse en la imagen para ampliarla
Pulse en la imagen para ampliarla
Pulse en la imagen para ampliarla
Pulse en la imagen para ampliarla
Pulse en la imagen para ampliarla
Pulse en la imagen para ampliarla
Plaza Mohamed Al Shafra. Crevillente.
Pulse en la imagen para ampliarla
Pulse en la imagen para ampliarla